TANABATA





Ayer me puse a buscar leyendas (tanto de amor como terrorĆ­ficas) japonesas. Y he decidido abrir un post para ir poniendo leyendas, y tratar de que sean de tipo Orientales

A mi me llaman especialmente la atención las japonesas ya que son muy hermosas las de Amor y muy terroríficas las de miedo


AquĆ­ les dejo algunas pero comenzaremos con  Tanabata


Porque en Japón no todas las leyendas son de terror, encontré una leyenda popular de Japón que da nombre a la festividad anual llamada Tanabata. Se trata de una historia de amor incondicional que ha sobrevivido al tiempo y ha llenado el corazón de todo el que la lee.



Orihime (織姫, Princesa Tejedora?) era la hija de Tentei (å¤©åø, Rey Celestial?). Orihime tejĆ­a telas esplĆ©ndidas a orillas de la VĆ­a LĆ”ctea (å¤©ć®å·, Amanogawa?). A su padre le encataban sus telas, y ella trabajaba duro dĆ­a tras dĆ­a para tenerlas listas. Pero algo aflijĆ­a a la princesa, porque a causa de su trabajo nunca podĆ­a conocer a alguien de quien enamorarse. Preocupada por su hija, Tentei concertó un encuentro entre ella y Hikoboshi (彦星, Pastor de las Estrellas?), quien vivĆ­a al otro lado del rĆ­o Amanogawa.



Cuando los dos se conocieron, se enamoraron al instante el uno del otro, y poco después se casaron. Sin embargo, una vez casados Orihime descuidó sus tareas y dejó de tejer para Tentei, al tiempo que Hikoboshi descuidó su rebaño y dejó que las estrellas se desperdigaran por el Cielo. Furioso, Tentei separó a los amantes, uno a cada lado del Amanogawa, prohibiendo que se vieran. Orihime sintió la pérdida de su marido, y le pidió a su padre el poder verse una vez mÔs. Tentei, conmovido por las lÔgrimas de su hija, permitió que los amantes se vieran el séptimo día del séptimo mes, siempre que Orihime tuviera terminado su trabajo.





Por supuesto que ella se llenó nuevamente de alegría, y comenzó a cumplir con sus deberes, pero cercano el momento para verse se dio cuenta de que no había puente para atravesar el río, así que empezó a llorar de nuevo por tanta tristeza.
Lloró tanto tanto que atrajo a una bandada de aves, que terminaron prometiéndole hacer un puente cada año siempre que no lloviera. Gracias a la ayuda de los plumíferos, los amantes lograron verse nuevamente cada año, excepto cuando llovía.

Es asĆ­ que en verano siempre hay una lluvia de estrellas, y los japoneses cuelgan sus deseos en palos de bambĆŗ para pedir a Orihime y a Hikoboshi que se cumplan, y luego los colocan en un rĆ­o o los queman. Debido al tinte amoroso de la historia, la mayoria de los deseos son deseos de amor, de estar con la persona de la cual se esta enamorada.
Hay una cancion tambien, que se canta el dia del Tanabata.

Sasa no ha sara-sara
nokiba ni yureru.
Ohoshi-sama kirakira,
kingin sunago.
Goshiki no tanzaku,
watashi ga kaita.
Ohoshi-sama kirakira,
sora kara miteiru.

La traduccion al espaƱol seria mas o menos asi:

Las hojas de bambĆŗ susurran
meciƩndose en el alero del tejado.
Las estrellas brillan
en los granos de arena dorados y plateados.
La tiras de papel de cinco colores
ya las he escrito.
Las estrellas brillan
nos miran desde el cielo.





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